¿Qué es la hipoacusia?

Se la denomina como la pérdida de la audición. Afecta a la población en todas las edades, en todos los segmentos y atraviesa todos los niveles socio-económicos. Su causa es diversa y depende de múltiples factores.

Su impacto no se mide simplemente en decibles. La pérdida auditiva es una experiencia individual, y la estrategia para afrontarla dependerá de varios factores:

-          Precocidad de su manifestación.

-          La naturaleza de su progresión (gradual o abrupta).

-          La severidad de la pérdida.

-          Las demandas comunicativas de la persona que la padece.

-          La personalidad.

-          La adecuada expectativa por parte del paciente y sus allegados ante el tratamiento con amplificación.

Más allá de la combinación de estos factores, la pérdida auditiva se ha relacionado con signos de depresión, ansiedad, frustración, aislamiento social y fatiga. Generando un impacto negativo  en la salud, la participación social y las actividades de la vida diaria de quien la padece.

 Es importante reconocer y aceptar la pérdida auditiva para lograr una mejor calidad de vida. La adaptación de audífonos es necesariamente parte de un programa de tratamiento de la pérdida auditiva que incluye la participación activa del individuo y sus allegados significativos.

 Las personas que no tratan su pérdida auditiva tienen mayor probabilidad de desarrollar depresión comparada con las que usan audífonos. Cuando la hipoacusia no es tratada tiene serias implicancias sociales y emocionales en la persona, aislándola de sus familiares y amigos, limitando su participación social y disminuyendo su sensación de bienestar y salud.
 El trabajo conjunto con un fonoaudiólogo calificado en el área de la adaptación de audífonos permitirá al paciente evaluar los beneficios del uso de audífonos y aprender a sobrellevar los efectos adversos que la pérdida auditiva desencadena en su calidad de vida.